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El liderazgo comienza por uno mismo

Liderazgo interiorHabitualmente cuándo se escucha hablar de liderazgo, la mayoría de las personas lo relacionan con alguien que lidera a un grupo de individuos, independientemente del tamaño que tenga éste.

También quiénes lideren personas deberán tener ciertas habilidades tales como: tener visión, saber comunicar, poseer claridad de pensamientos e ideas, motivar a su equipo para que evolucionen y rompan con los límites establecidos, que transmita tranquilidad, confianza, seguridad, comprensión para sus seguidores y sobretodo que sea una gran fuente de apoyo.

Además debe tener seguridad y determinación a la hora de actuar, también es conveniente que sea flexible y que posea una gran habilidad a la hora de gestionar los egos que se mueven dentro de cada persona que integra el grupo, equipo u organización.

Estas habilidades que he mencionado hasta aquí, son las que debe poseer todo individuo que vaya o quiera liderar un grupo de personas, pero para llegar a esto será necesario que antes las haya experimentado con su propia persona.

Y esto último significa que debe experimentar y vivir las habilidades que se precisan para ser un líder, porque el hacerlo te aportarán dos elementos claves frente a las personas: en primer lugar credibilidad por parte de quienes te siguen y en segundo término, seguridad a la hora de actuar.

Una persona que transmite con sus actos lo que dice, se habrá ganado de quiénes le siguen un enorme tesoro de credibilidad.

Estas habilidades y características que menciono hasta aquí no las debe tener solamente aquella persona que lidera a un grupo, sino que también deben poseerlas todas las personas que buscan alcanzar objetivos y trascender en su vida.

Si buscas tener una vida plena, que aporte valor a quiénes te rodean, y deseas dejar una huella, un legado, cumplir con los objetivos deseados; deberás convertirte en tu propio líder.

Por todo esto, el liderazgo comienza por uno mismo.

Y aquí es en dónde el Coaching puede aportar mucho para que saques ése líder interior que tienes, el cuál está esperando con muchísimas ganas de salir y ayudarte a que tu vida tenga mucho sentido y valor.

El viaje de sacar a relucir a tu líder interior tiene varias estaciones, y el Coaching te acompañará en cada una de ellas, de modo que bajen juntos y puedas conocerlas de una manera profunda.

Éste viaje consta de diez estaciones, así que sin perder tiempo, comencemos el recorrido.

La primera estación de este fantástico viaje se llama Valores.

Los Valores constituyen uno de tus pilares más importantes que tienes, porque son como tu señal de identidad y lo que te diferencia de los demás. Los valores no tienen nada que ver con la ética ni la moral, son algo tuyo y no se someten a debate.

La segunda parada la haremos en Visión.

Para cualquier persona es vital tener una Visión de Vida; el saber hacia dónde te diriges y para qué quieres llegar allí, te ahorrará de perder mucho tiempo y energía, además de frustraciones, dudas e inseguridades.

Cuándo una persona tiene claridad hacia dónde se dirige y el visualizarse llegando a la su meta le provoca una enorme motivación, está claro que tarde o temprano lo conseguirá.

El tercer punto de visita será la estación Misión de Vida.

¡Descubrir la Misión de Vida es lo que le da sentido a todo!.

Cuándo sepas a qué has venido a este mundo y qué huella o legado vas a dejar, todos tus actos cobrarán sentido porque cada uno de ellos girarán en torno a esto.

La cuarta parada del viaje se llama: Talento.

Todas las personas tenemos uno o varios talentos, me pongo muy mal cuándo escucho a algunos decir que no tienen nada que aportar por la falta de talento.

Dentro de cada persona se encuentra alojado en su interior uno o más dones, la clave está en descubrirlo y para esto habrá que trabajar en su búsqueda, porque si no se hace esto, puede que con el tiempo se oxiden de tenerlo ahí sin utilizarlos.

Descubrirlos no es una tarea complicada, es simplemente ponerse a pensar qué cosas son las que se te dan con facilidad, que te parecen sencillas hacerlas o bien recuerda que cosas se te daban bien cuando eras pequeño.

La quinta estación se denomina, Los Saboteadores.

Los Saboteadores son las voces molestas que aparecen en tu cabeza cuándo vas a realizar algo nuevo o desconocido. Llegado a éste momento, siempre suelen aparecer unas voces muy molestas, intentado convencerte de que no lo hagas, de para qué te vas a complicar la vida, mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer, de que no vales, etc.

El Saboteador lo que quiere y defiende, es que te quedes de por vida en tu zona de confort y no sobrepases ningún límite establecido.

Llegamos a la sexta estación, llamada Creencias Limitantes.

Las Creencias Limitantes son mandatos que se alojan en nuestra mente, suelen estar ancladas allí desde hace mucho tiempo. Habitualmente desembarcan en nuestra época de crecimiento.

Las Creencias se caracterizan por ser inflexibles, ilógicas, carecen de experimentación, son muy rígidas e inflexibles.

Si quieres superar límites y crecer en tu vida, será necesario que las re programes, porque si no te será muy difícil trascender y alcanzar objetivos que te motiven.

Nuestra séptima parada se denomina: EGO.

Esto es algo que tenemos todos, no se salva nadie del EGO.

El EGO buscará siempre dominarte para tener protagonismo, y sus armas preferidas para lograr esto son: hacerte perder energía en discusiones innecesarias, que hagas las cosas con el único fin de obtener el reconocimiento externo; así de este modo perderás autenticidad y desconexión con tu esencia, algo que agiganta la figura del EGO.

Si aprendes a detectar en qué momentos aparece tu EGO y cómo actúa, habrás dado un gran paso adelante en la tarea de minimizarlo.

Ahora nos detenemos en la octava estación, Las Emociones.

Todos los seres humanos tenemos emociones y no podemos erradicarlas porque sino seríamos robots u otras cosas.

Las Emociones están para sentirlas, pero lo que si puedes gestionar frente a ellas, es tu actitud.

Cuándo una emoción aparece hay que dejarla salir pero en lo que no se debe caer, es en vivir en ella mucho tiempo, y aquí es donde entra en acción el factor de la actitud.

Ante la aparición de una emoción, tú eliges la actitud a adoptar. Por ejemplo, el miedo no es bueno ni malo, si no lo que determinará esto será la actitud que adoptes frente a la emoción del miedo, es decir, te bloqueas o le enfrentas.

El viaje se va terminando y arribamos a la estación novena, llamada Comunicación.

Muchos de los problemas que tienen las personas es porque no saben comunicar lo que quieren, sienten, desean y necesitan expresar. Por eso hay miles de malentendidos, interpretaciones erróneas y mensajes inexplicables.

Es muy importante que sepas entender lo que ocurre en tu interior, de dónde surgen ciertas frustraciones, miedos o dudas, así te evitarás reaccionar por cualquier cosa externa, haciendo a éstas las responsables de tus problemas, cuando en realidad provienen desde tu interior.

Si te ubicas desde la perspectiva de un observador y entiendes lo que te está ocurriendo, podrás comunicar mucho mejor lo que necesitas y quieres, además ahorrarás energía y tiempo, en discusiones y arrepentimientos.

Finalmente llegamos a la última estación, llamada: ACCION.

El mundo está lleno de buenas intenciones y propósitos pero lo único que quedan son los hechos, si tienes muchas ideas, sueños, metas y no las pones en marcha, vivirás toda tu vida en el “si hubiera o hubiese hecho…” y esto con el pasar del tiempo es una pesada carga emocional.

Por eso si tienes en mente algún cambio, idea, emprendimiento u objetivo que deseas alcanzar, ¡ponte en marcha y actúa!.

El viaje a llegado a su fin, el líder que tenías dormido y oxidado, está vivo y con muchas ganas de liderar tu propia vida.

Como verás no hace falta gestionar o conducir personas para ser un líder, porque si haces el viaje (acompañado por el Coaching muchísimo mejor) y te detienes en cada una de las diez estaciones, verás que el liderazgo comienza por uno mismo.